"creer en la utopia es parte de construirla..."

martes, 4 de enero de 2011

aviso de lluvias

Cuando desperté, el cielo quería llorar, me levante y abrí las ventanas, me asome y respire profundamente, la pena de las nubes me contagiaba con mucha facilidad, me carcomía la idea de la soledad, me carcomía demasiado, solo me hacía pensar que hubiera sido mejor permanecer solo que haber teñido a mi corazón como cualquier iluso. Las nubes se movían lento y sin energía. Como me hubiera gustado quedarme siempre solo, es mucho más dolorosa la sensación de pérdida que de nunca haberla tenido. Yo no soñaba con el amor, yo no soñaba ni deseaba nada, mi vida era simple y lineal… vacía. Pero el destino no me quiso acompañar, o quizá si lo quiso hacer, me quiso sacar de eso, me quiso llenar un poco, probablemente se le paso la mano, me lleno completo, me lleno hasta más no poder, me alegro, me cambio todo lo que pensé, me hiso nacer de nuevo, mas bien, me hiso nacer. Más la vida es simple: nacer, vivir, morir. Todo lo que ocurra entremedio solo es una escusa que no quita que esas tres cosas sean las que mandan. Por lo que luego de eso solo me quedaba vivir y morir, puedo decir hoy, cuando muero, que viví la mejor vida que se me ocurre que podría existir, todo lo que fuera amor me identificaba, todo lo que fuera felicidad me identificaba, todo sueño era ella, despierto o no.

Luego de un grito del cielo, una luz poderosa, una gota callo en mi cabeza, una gota rodo por mi mejilla, el problema no es la soledad como tal, siempre conocí a soledad y éramos buenos amigos, después de todo era quien estaba en los malos momentos y quien demostraba su presencia en el temor, en la duda, en el silencio y en la oscuridad, todo lo demás eran solo sombras de aquellas personas que prometían compañía, pero que, sus problemas siempre van a ser más importantes que los de otros, aunque yo no creía eso, se me mostro solo. Pero a ella se le ocurrió aparecer, ella quiso correr a soledad e imponerse como tal, yo la deje, la ame y moriré amándola, aun cuando soledad volvió nunca dejare de amarla, porque es ella la que me dio las energías y las ganas de vivir, de ser alguien, ella me enseño y yo soy feliz con solo recordarlo, como añoro su presencia, como añoro un abrazo de ella, como añoro que solo este conmigo, oler su pelo, acariciarla, un beso, mataría por eso. Moriría por eso.

Una gota se transformaron en muchas… cuando uno hace algo, siempre tiene que asumirlo y actuar en relación a eso, yo me enamore, yo ame. Cuando morí, cuando el fin se presento ante mí, llore, y no un poco, llore mucho, me di cuenta que me quedaba sin nada, que todo me dolería, todo huele a ella, todo me recuerda a ella, todo es ella, y sin ella… nada tiene sentido, no sé, a mi me hace sentido, no sé si a ustedes les hará sentido.

Me seque la cara y me volví a dormir.

Nunca más dejo de llover...

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